Los primeros seres humanos llegan al sur de la provincia de Mendoza hace alrededor de 11.000 años. Evidencias de estos primeros habitantes fueron halladas en la Gruta del Indio, a pocos kilómetros de Las Tinajas y corresponden a restos de fogones y escasos instrumentos de piedra asociados a restos de fauna actual y extinta, como el Milodon, la Macrauquenia y el Caballo americano.
En la gruta de Las Tinajas se realizaron excavaciones arqueológicas hacia finales de la década del 50 y principio de los 60. Las mismas estuvieron a cargo de Dr. Lagiglia, quien durante esos trabajos, encontró una gran cantidad de restos arqueológicos pertenecientes a poblaciones que vivieron unos 1400 años atrás. Los restos recuperados consistieron en huesos de animales (guanaco y armadillos), plantas silvestres (chañar), antiguos fogones, desechos e instrumentos de piedra, además de plantas domésticas como maíz y zapallo.
Los resultados de estos estudios mostraron que la cueva fue utilizada como lugar de vivienda y actividades, entre las que podemos mencionar la talla en piedra para la confección de instrumentos, la preparación y consumo de animales y plantas silvestres y probablemente el almacenamiento de plantas domésticas.
Las pinturas que aún se preservan en las paredes del alero corresponden casi en su totalidad a motivos abstractos y geométricos, en colores blanco, rojo y negro, los cuales reflejan la importancia de este lugar como espacio de probable significación ceremonial.